En la ciudad de Málaga a veinte y cuatro días del mes de abril de mil setecientos treinta y uno

Ante mi el escribano y testigos parecieron
Antonio Fernández
Francisco Godinos
Alonso Bernal
Bartolomé Padilla
José de Amaya
Juan de Contreras
Tomas de Padilla
Diego Portillo
Antonio de Contreras
José Gómez
Pedro de Nieva
Gregorio Fernández
y Cristóbal Banderas
vecinos de esta ciudad y de ejercicio Tejeros, con sus hornos y ejercicio actual en ellos a quienes doy fe conozco

Dijeron que Su Señoría el Señor Don Francisco de Monsalve Hurtado de Mendoza, veedor de Armadas y Fronteras, Comisario Ordenador de los Reales Ejércitos y Plazas de Su Majestad en esta ciudad,
Les ha mandado a los otorgantes, hagan doscientos y noventa y siete millares de ladrillos para S. M. que Dios guarde y las plazas de Melilla, siendo su fábrica luego que el tiempo abone, de la misma  marca que han entregado a Su Señoría, en cuya virtud, por el Señor de la presente y en la mejor  forma que luego otorgan, que sin ninguna mancomunidad sino cada uno de por si por los millares de las partidas que aquí contendrá, se obligan a favor de S. M. y de Su Señoría, dicho Señor Veedor, a que luego que el tiempo abone y sea favorable, harán  y fabricaran, cada uno los millares de ladrillo de su cargo de la propia marca que como dicho es han entregado dicho Señor Veedor y que queda en los Reales Oficios de dicha Veeduría, bien cosido y acondicionado de toda satisfacción  y recibo y no de otra calidad y a gusto de Su Señoría.
Y siendo como queda expresado es a precio de sesenta y ocho Reales de Vellón …

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